miércoles, 30 de agosto de 2023

Una alternativa saludable al chocolate

 LA ALGARROBA

Los paisajes de secano del litoral mediterráneo aparecen salpicados de cultivos tradicionales cuya producción se remonta a tiempos muy antiguos. Bien conocida es la clásica tríada mediterránea (trigo, vid y olivo), pero habría que incluir también a un árbol muy particular, el algarrobo o garrofero. Su curioso fruto, la algarroba, vive hoy una nueva puesta en valor tras ser despreciada durante muchos años por considerarse poco más que alimento del ganado. 

Dado que hay muchas personas a las que el chocolate no les sienta bien, produciendo dolores de cabeza, problemas digestivos, adicción, trastornos en el descanso... Es interesante tener en cuenta la algarroba; una harina que se obtiene moliendo las semillas contenidas en las vainas que crecen en los algarrobos, árboles autóctonos del litoral mediterráneo. Este alimento, que antaño fue utilizado como comida para el ganado y sólo en periodo de escasez para consumo humano, hoy está ganando adeptos por sus propiedades beneficiosas para nuestra salud y su exquisito aroma y sabor.

 Un árbol resistente puramente mediterráneo


El algarrobo (Ceratonia siliqua), también conocido como garrofero, garrofer, garrofera o garrover, entre otros muchos sinónimos y apodos regionales, pertenece al género Ceratonia, que etimológicamente deriva de la palabra griega Keras, cuerno, por la apariencia que tiene el fruto. Los árboles de este género forman parte de la familia de las Fabaceae, fabáceas o leguminosas, y de hecho el fruto del algarrobo tiene el mismo aspecto de una vaina de alubias o habas, pero con diferencias muy significativas.

Los garroferos son árboles originarios de las regiones mediterráneas y sabemos que ya tenían una notable importancia en la Antigüedad Clásica, cuando las semillas llegaron a utilizarse como patrón del quilate, unidad de peso para gemas y joyas. Se cree que su cultivo fue introducido en Egipto desde Palestina o Siria, pasando a Grecia, Italia, España y norte de África. Los conquistadores lo llevaron también a América, teniendo cierta importancia sobre todo en México, y también pasó a cultivarse en Portugal, que se ha convertido en uno de los productores líderes a nivel mundial.

El algarrobo es un ábol de aspecto rústico, de hoja perenne y copas anchas, de perfil semiesférico, con un tronco grueso de ramas resistentes recubiertas de hojas pequeñas de color verde oscuro. Pueden superar los diez metros de altura, aunque el tamaño medio suele rondar los cinco o seis.

Son árboles muy resistentes al calor, a la sequía y suelos áridos, también soportan bien la humedad ambiental mediterránea y no necesitan mucha agua para sobrevivir. No es raro encontrar campos de almendros abandonados y secos salpicados de algarrobos que, dejados a su suerte, siguen aguantando verdes y estoicos a largas temporadas de sol sin apenas recibir agua.

Un fruto muy peculiar: la algarroba o garrofa

Lo que más llama la atención de este ábol es sin duda el curioso fruto que puebla sus ramas. La algarroba crece en vainas largas, flexibles, que inmaduras se asemejan a las habas por su color verde y gran tamaño. Pero, a diferencia de la mayoría de legumbres, esas mismas vainas se vuelven comestibles al madurar, con unas semillas muy duras e imposibles de consumir en crudo sin ser antes procesadas.

En efecto, la algarroba madura se reconoce por el color castaño muy oscuro, casi negro, y el liso algo contraído del exterior, un efecto de la pérdida de humedad. Aunque por fuera son rígidas y tienen una textura que puede recordar al cuero, el interior guarda una pulpa dulzona, tierna y pegajosa, que se puede comer cruda, con el único inconveniente de su fuerte sabor.


Las semillas, oscuras, de forma almendrada y tamaño variable, poseen un endospermo interior de color amarillento llamado garrofín, que molido en forma de harina se utiliza en industrias químicas con aplicaciones farmacéuticas, cosméticas y textiles. Y también tiene usos alimentarios como aditivo.

Propiedades y beneficios de su consumo, ¿nuevo superalimento?

Se hace alusión a sus beneficios para la tierra y el entorno natural, aunque donde se está poniendo verdaderamente el foco es en sus propiedades saludables, subiéndose al carro de la moda de los superalimentos. Sin ser un producto milagroso, la algarroba sí destaca en varios aspectos nutricionales, sobre todo al compararla con productos como las bebidas de cacao soluble o la harina de trigo refinada común.

• La algarroba contiene en abundancia pectina y fibra soluble que facilitan la digestión.
• Beneficia la flora intestinal incrementando los lactobacilos.
• Es una buena fuente de vitaminas del grupo B como la tiamina-B1, riboflavina-B2, niacina y de provitamina A o beta-caroteno.
• Es rica en potasio, magnesio, fósforo, hierro, calcio y silicio.
• Es un alimento energético, ya que contiene un 50% de azúcar natural y un 10% de proteínas.
• Bajo contenido de almidón y grasa (2% de grasa frente al 52% de grasa del chocolate).
• Mezclada con jugo de arándanos estimula el funcionamiento de los riñones.
• Es muy rica en taninos, un potente antioxidante natural.
• No posee gluten por lo que es un alimento apto para celíacos.

Es un alimento muy energético rico en azúcares, pero de bajo índice glucémico. Esto se traduce en que esos azúcares son de absorción lenta, liberando poco a poco la energía y evitando los picos de azúcar en sangre. Tiene además una notable cantidad de fibra, aumentando así la saciedad, y aporta minerales como hierro, calcio, magnesio, zinc o fósforo, además de algunas vitaminas del grupo B y A. Es bajo en grasas y no contiene gluten ni lactosa, al menos en su forma natural.


Estudios recientes como una investigación en la que participaron científicos del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura, dependiente del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CEBAS-CSIC), defiende las propiedades beneficiosas del D-pinitol, una sustancia presente de forma natural en la vaina de algarroba. Los trabajos apuntan a sus propiedades antidiabéticas, antioxidantes y con potencial para disminuir el riesgo de desarrollar enfermedades como el cáncer.

Como premio por haber leído hasta el final, te traemos una deliciosa receta para preparar un rico panqué de algarroba

Ingredientes (para 12 personas):

- 275gr de harina integral fina.
- 2 cucharadas soperas rasas de harina de algarroba.
- 2 huevos.
- 10gr de levadura.
- 50gr de azúcar integral de caña.
- 150ml de aceite de girasol.
- Ralladura de limón (opcional).

Praparación:

Batir primero los huevos el aceite y el azúcar. Añadir después la harina integral y la de algarroba. Y por último la levadura. (Si la mezcla sale muy espesa añadir leche).

Habiendo calentado previamente el horno a fuego fuerte, bajarlo a fuego medio y meter el bizcocho.

Dejarlo dentro 25 minutos. Si pasado este tiempo pinchamos en el centro del bizcocho y está seco ¡ya está listo!

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